En los 70 y los 80, Fred Gehlbach y Robert Baldridge, biólogos de la Universidad Baylor en Waco, Texas, estudiaron la ecología de nidificación del Autillo, Búho o Tecolote Oriental. Estos pequeños búhos anidan en huecos de los árboles y comen una gran variedad de pequeños animales, desde insectos hasta ratones.
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Autillo Oriental adulto en caja nido |
Como la mayoría de las aves rapaces, los Autillos Orientales normalmente matan a sus presas antes de llevarlas a casa para alimentar a sus pequeños. Gehlbach y Baldridge observaron que algunos de los búhos que estaban estudiando llevaban Serpientes Ciegas de Texas (
Rena [antes
Leptotyphlops]
dulcis) a sus nidos en las cajas de nidificación experimentales. Cuando comprobaron los nidos al día siguiente, encontraron, para su sorpresa ¡Entre una y quince serpientes ciegas vivas entre las crías de búhos en catorce nidos diferentes¡ En algunos casos, las serpientes vivieron con las crías de búho al menos una semana
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Serpiente ciega |
Muchas de las serpientes ciegas mostraban cicatrices hechas por los picos de los búhos adultos, pero pocas habían sido devoradas. Hallaron que los nidos con serpientes ciegas tenían una cantidad significativamente menor de insectos y arácnidos y que las crías de búho de estos nidos tenían un 25% más de probabilidad de sobrevivir y crecían un 50% más deprisa, en otras palabras, que la presencia de serpientes ciegas mejoraba la salud de las crías de autillos y el bienestar de los adultos. Los efectos eran más pronunciados en las crías de búhos más jóvenes, que eclosionaban hasta seis días más tarde que sus hermanos más mayores.
Para rematar la faena, Gehlbach and Baldridge comprobaron si las serpientes ciegas realmente se comían los invertebrados que encontraban en los nidos de los autillos, y resultó obvio, ya que estas devoraban las tiernas larvas de moscas que acababan con las crías de búhos de cerca del 30% de los nidos.
Fuente:
snakesarelong
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